Diciembre 2012.
Luego de estar unos años afuera, vuelve un argentino para pasar las fiestas en familia.
El taxista que lo trae del aeropuerto le habla de la última novela de Scott Turow. Cansado, apenas escucho lo que me dice.
Mira, soñoliento, la ventana. Las plazas están repletas de personas leyendo.
Puede ver en los bares libros sobre todas las mesas, y basta que avancem unas cuadras para que la vidriera de alguna librería aparezca frente a ellos.
Se incorpora, baja la ventanilla para que el aire fresco termine de despertarlo.
Al detenerse en un semáforo una señora que cruza la calle, llevando las bolsas del supermercado, le dice a su amiga:
- No, no... ...en Cortázar la fuerza de la lectura es centrípeta, mientras que en Borges es una lectura centrífuga que te impulsa hacia un saber enciclopédico.
No logra entender lo que sucede. Donde mira hay alguien con un libro en la mano.
Se baja del taxi. En la puerta de su casa lo están esperando.
Antes de soltar las valijas pregunta qué es lo que está pasando, y la familia le dice:
- Ah... ...claro, no sabés nada... ...fuá hace 6 meses... ...murió Tinelli...
Simplemente, sublime...
domingo, 12 de abril de 2009
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